Juegos todos inspirados en las técnicas que Rodari explica en su Gramática de la fantasía.
1. El binómio fantástico
Como aseguraba Rodari “Una historia sólo puede nacer de un binomio fantástico” . En este primer juego se trata de jugar a las parejas disparejas. Propón a tus hijos que escriba (o diga y tú la apuntas) una lista de, por ejemplo, diez palabras al azar. Haz tu lo mismo y pon ambas listas, una al lado de la otra. Descubriréis unas combinaciones de lo más locas y, lo más importante, seguro que alguna os inspira para inventar alguna historias.
2. Cuentos al revés
Demos la vuelta a los cuentos, pasémolos por el espejo… os garantizo horas de risa incontrolable. Los niños conocen bien los cuentos de siempre y si los explicamos al revés encontraréis en los clásicos un nuevo y estimulante juego. En su “Gramatica” Rodari proponía una caperucita mala y un lobo bueno, una Cenicienta descarada que hacía rabiar a sus hermanastras y a Blancanieves encontrándose con unos gigantes en el corazón del bosque. ¿Os animáis con una Rapuncel de pelo corto o con un flautista de Hamelín que atrae a las ratas? ¿Cómo será en este caso el Erase una vez?
3. Recorta y pega
Para este juego vamos a necesitar viejos periódicos. Repartirlos entre los “jugadores” y recortar títulos de periódicos y revistas, mezclarlos para conseguir noticias absurdas y/o divertidas. Y es que para “componer poemas enteros, incluso sin sentido pero no sin encanto. Sólo necesitamos un viejo diario y unas tijeras.”
4. Un clásico
Esta vez también necesitaréis algunos materiales (lapices y papel) y ser como mínimo 4 o 5 jugadores.
Escribid en una hoja las siguientes preguntas y las que os inventéis:
Quién era?
¿Dónde estaba?
¿Qué hacía?
¿Qué dijo?
¿Qué dijo la gente?
¿Cómo acabó?
El primer “jugador” responde a la primera pregunta en la hoja y la dobla para que nadie pueda ver la respuesta. El siguiente responde a la segunda y así sucesivamente. Cuando se termina, se lee la historia completa. Si jugáis con niños más pequeños que todavía no saben escribir podéis probar a hacer lo mismo pero con dibujos.
5. Los cuentos sin textos.
Personalmente soy muy fan de los cuentos sin texto, son materiales que proponen un contexto para que inventemos la historia. Podemos contarlo de mil maneras distintas, son cuentos a los que volver una y otra vez. Algunos títulos de este tipo de cuentos son: "Flora y el flamenco" de Molly Idle, "El ladrón de gallinas" de Béatrice Rodriguez y "El lápiz" de Paula Bossio
FUENTE: http://cuentosparacrecer.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario